domingo, 22 de junio de 2008

La felicidad va y viene.


A veces nos sentimos que no fuimos creados para estar en este mundo. No encajamos en nada, los supuestos amigos que te rodean solamente quieren aprovecharse de ti y no te quieren por ser como eres. Tienes que moldearte a ellos y por lo tanto no puedes mostrarte tal cual es tu ser.
Algo que realmente me alegra es que me quieren tal cual soy. Retroespectivamente soy un tipo con bastantes carencias, no me atraen las superficialidades, no vivo el día a día, disfruto el día a día, soy un proyectista bastante optimista, y vivo apasionadamente de la fraternidad y bondad de la gente.
Se supone que en estos tiempos tan agitados la gente que vive de esta manera son los débiles muchas veces. Pero poseemos una fortaleza interna superior a muchos, solamente con pequeños grandes hechos, podemos suprimir la infelicidad y nuevamente vivir en armonía con el medio ambiente y el mundo en todo su esplendor.
Ese esplendor especialmente en un país como Chile, con grandes detalles y hermosos parajes, que a veces cuando estamos de mal humor, no nos damos cuenta de que tan bello es lo que nos rodea.
Todo es amargo, gris y desagradable. Pero cuando nos dan una pequeña alegría por la cual vivir, esto logra un cambio abrupto, un antónimo.
Por eso digo que la felicidad va y viene, trata de mantenerla siempre, a veces es dificíl cuando estas oprimido y no ves la luz. Aferrate a la esperanza y a ese pequeño replandor cuando el mundo es obscuridad. Cuando hagas eso todo florecera, eclocionará en un hermoso y tremendo paraje.
La imagen es del hermoso cuadro llamado " El Nuevo Mundo" de Salvador Dalí y lo dedico a la persona que me abrió nuevamente la ventana de la esperanza.
Eso es todo por el momento, más observaciones próximamente. Adiós.